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domingo, 1 de febrero de 2009

MI HISTORIA COMO SAN FRANCISCO DE ASÍS

MI HISTORIA COMO SAN FRANCISCO DE ASÍS
Kuthumi
Nota: Este dictado fue entregado a través de Walter Javier Velásquez el 3 de Enero de 2009, durante el Retiro de fin de año en Roldanillo, Colombia.
YO SOY ESE YO SOY siendo UNO en el corazón de Dios en el Gran Sol Central.
Francisco YO SOY (1).
Kuthumi YO SOY.
Pero sin embargo YO SOY mucho más que todo eso. YO SOY más que simplemente un nombre. YO SOY más que una vibración o una historia que pasó por la tierra. Porque YO SOY Uno con la totalidad del Dios pleno, compasivo, misericordioso y poderoso que vive en mí, que YO SOY y que cada uno de ustedes ES, porque todos juntos somos UNO, somos el gran YO SOY de este Universo, amados.
Así que he venido a hablarles acerca de las iniciaciones y las pruebas que se suceden durante el sendero espiritual. Pues bien mis amados, muchos de ustedes tienen una visión equivocada y dualística acerca de lo que es el sendero espiritual. Incluso se han fijado una visión que ha sido creada por sus propios egos y es una visión de la cual ustedes no quieren escapar.
El llamado de Dios
Eso es en gran parte lo que me sucedió en mi vida como Giovanni Francesco, cuando vivía en la ciudad de Asís. En realidad, como lo cuenta la historia, fui un joven que estuvo atado a todos los placeres de la carne, del vino y de la buena mesa. Y en algún momento, dadas las circunstancias de estar encarcelado, de estar prisionero, por fin tuve tiempo para mí. Porque mientras estaba caminando por las calles de Asís me mantenía muy atado a mi trabajo, a mis amigos y a tantas cosas que no me permitían estar solo, aunque en realidad no me interesaba estar solo.
Pero fue estando en una cárcel, aproximadamente durante un año (2), que pude empezar a escuchar la voz de mi corazón. Y en medio de esa soledad que experimenté -a pesar de que estaba con otros presos- esa voz me habló y me dijo que todo aquello que había vivido en mi vida no era lo que en realidad había venido a hacer, que tenía un destino mucho más amplio. Entonces decidí renunciar a todos los lujos que el mundo poseía y me dedique a vivir a la pobreza.
No es el llamado de Dios que sus hijos vivan en la pobreza, sin embargo mi alma necesitaba en ese momento experimentar la austeridad para poder comprender a los pobres que pasaban a mi lado, y cuyo sufrimiento no comprendía, porque no sabía lo que era sentirse como uno de ellos. Además, me sentía mal porque la empresa familiar había humillado, maltratado, abusado y explotado a los pobres durante tanto tiempo (3). Entonces como parte del equilibrio del karma que me había ganado por haber sido parte de esta explotación, decidí convertirme en uno de ellos, buscando vivir sus propias penurias, sus dolores, y sufrir su hambre, a fin de saldar la deuda con la vida que había creado por medio de la empresa familiar, amados.
Entonces decidí que sería un siervo del Señor, un siervo de Dios. Y fue en la Iglesia de San Damián donde el señor me habló claramente y me dijo que reconstruyera su templo. Yo entonces reconstruí su templo externo, pero sólo como un símbolo del verdadero templo interno que lo que en realidad el Señor me había llamado a reconstruir. Por medio de esta experiencia Dios destruyó todas las falsas creencias y opiniones de mi ego acerca de lo que yo creía que debería ser la vida y permitió que volviera a construir de nuevo mi templo interno sobre la piedra firme, sobre la roca del Cristo. Entonces amados, mis antiguos amigos y compañeros de juerga, de bailes y de vino se unieron a mi causa, porque ellos sintieron que lo mío no era locura sino que en realidad se trataba del amor, de la llama del amor vivo, y entendieron que yo había sido tocado por esa llama.
Un movimiento de renovación Cristiana
Entonces mis amados, el movimiento que mi hermano Jesús el Cristo me inspiró a crear fue un movimiento de renovación cristiana que sacudió los cimientos mismos de la Iglesia. Porque les digo que la Iglesia de aquella época había llegado a tal grado de corrupción que realmente me daba asco decir y saber que yo pertenecía a esta institución. En ese entonces podía ver como los obispos, los cardenales y los sacerdotes se habían convertido realmente en seres corruptos dedicados a amasar fortunas. Llevaban vestidos de oro y anillos de oro con piedras preciosas, mientras el pueblo al que predicaban vivía en la pobreza, en el hambre y abundaban las personas famélicas y desnutridas. Todo esto se daba mientras la Iglesia les robaba sus pertenencias a cambio de venderles una doctrina que era en realidad la doctrina del anticristo. Yo sabía que todo eso era una mentira y una patraña, pero lo que más me dolía era la suma traición del pontífice que, junto con la Iglesia, utilizaban el nombre de Jesucristo, el nombre del Salvador para atribular y para humillar a sus hijos e hijas en el planeta Tierra.
Realmente la época en la que viví como Francisco fue una época oscura y terrible. Una época de mucho dolor y sufrimiento donde los prelados de la Iglesia se habían convertido verdaderamente en seres corruptos y dictadores que tenían el propósito de oprimir al pueblo con tal de vivir por encima de él. Y como ellos se creían los herederos de Pedro entonces se creían con el derecho de humillar, buscando estar por encima de todas las personas.
Yo alcé mi voz en aquella época y prediqué la pobreza, no deseando que toda la humanidad fuera pobre, sino haciendo un llamado y dándoles ejemplo a esos sacerdotes, obispos y cardenales para que se volvieran humildes como yo y comprendieran el verdadero mensaje de Jesús el Cristo, el cual había vivido en medio de tanta humildad.
La verdad sobre mi vida como Francisco
Así que mis amados, quiero contarles lo que pasó luego ya que muchas veces ni siquiera las películas o las historias que existen sobre mí cuentan toda la verdad puesto que esta ha sido retocada por la misma Iglesia.
Sucedió entonces que me fui a predicarles a los obispos, cardenales y prelados eclesiásticos pero no fui escuchado. Después de esto, abatido, llegué a un cementerio y empecé a predicarles a las aves de rapiña. Entonces empezaron a llegar muchas de estas aves, consideradas como las más repugnantes y sucias por la humanidad, pero fueron ellas las que sí escucharon mi mensaje.
Pues bien amados, la iglesia ha pervertido esta historia diciendo que yo fui a predicarle a los mercaderes y los ricos de Asís y que después de que ellos no me escucharon entonces fui a predicarle a los pájaros y a los gorriones. ¿Pueden ver cuál es la verdadera historia y cómo ha sido cambiada y manipulada para que no se pueda dudar de la autoridad de la Iglesia?.
Y entonces al haber nacido en el seno y en la tradición de una familia católica que mantenía obediencia y respeto al manto del Cristo que había en el Papa de aquella época, decidí visitarlo para pedirle que me diera permiso de fundar esta Orden. Pero yo estaba dispuesto a fundarla aun sin el permiso papal. Lo único que quería con ese permiso era evitar que hubiera derramamiento de sangre y que mis hermanos de la Orden fueran asesinados y perseguidos.
El Papa de aquella época consideraba que lo que yo hacía era una blasfemia, pero en el fondo mi obra en realidad avergonzaba a los líderes de la Iglesia y para entonces yo me había convertido en una especie de garrote para ellos. Cuando me veían predicando en medio de los pobres, las prostitutas y los ladrones simplemente se sentían avergonzados porque en el fondo sabían que ellos deberían estar haciendo lo mismo que yo, y sin embargo no estaban dispuestos a soltar sus comodidades.
Otra cosa que hice fue acoger a los leprosos y a la gente más pobre para servirla, porque yo sabía que Cristo nos llamaba a servir. ¿Porque cómo podría una Iglesia que decía ser la representante del Cristo robarle el dinero a las personas para enriquecerse y ni siquiera darle un pan a aquellos más pobres, amados míos?. De modo que yo me convertí en el apóstol de los pobres y ellos me escuchaban.
Así que realmente mucha gente se empezó a unir a mi Orden y esta empezó a crecer, y cada día más y más personas se convertían en monjes de la misma. En la medida que este grupo empezó a crecer la Iglesia católica empezó a perder el apoyo de los pobres en Europa. Seguían con el apoyo de la nobleza, de los terratenientes y de los capataces, pero los pobres de esta tierra ya estaban alejándose poco a poco de la Iglesia y se estaban acercando a mí. Pero no a la persona de Francisco, sino al Cristo que vivía en mí, de quién yo era un simple mensajero.
Así que amados, se empezó a formar un número grande de personas alrededor de esta Orden y muchas veces los Cardenales le aconsejaron al Papa de aquella época que me condenara a la hoguera y que me torturara para que yo renunciara a lo que yo creía era la verdad. Pero él sabía que una gran parte de la población se podría ir en contra suya y que esto podía generar una gran rebelión en Europa porque los pobres podrían armarse y esto podría generar una guerra civil no solo en Italia sino en muchas partes de Europa. Así que el Papa tuvo miedo en aquel momento y se arrepintió de no haberme quemado en la hoguera cuando yo era un simple joven solitario con tres o cuatro “pelagatos”, como ellos nos llamaban.
Entonces el movimiento de renovación cristiana que el Cristo fundó a través de mí fue creciendo y creciendo en la Europa medieval hasta que llegó un punto en el que el clero se reunió y se dieron cuenta, o creyeron ellos que yo era una amenaza para la Iglesia Católica de la época.
Entonces el Papa me llamó para conciliar y organizó los estatutos de la Iglesia para que mi Orden pudiera estar dentro de ella. Pero en el fondo lo que él quería era controlar a todas esas personas que habían sido tocadas por el Cristo a través mío. El quería aprovechar esa oportunidad y yo cedí a lo que el Papa me pidió porque sabía que de no hacerlo lo que hubiera sucedido era que la Iglesia me hubiera perseguido y se hubiera formado un gran derramamiento de sangre en Europa que habría terminado en una guerra. Seguramente los grandes perdedores de esa guerra hubieran sido los pobres de Europa quienes serian perseguidos y azotados aun más, puesto que no tenían ni el dinero ni la capacidad para financiar el conflicto y para ganarles al Papa y a la nobleza.
Así que accedí solamente por amor al Cristo Jesús, el Príncipe de la Paz, quién seguramente lo menos que querría en ese momento era una guerra. Fue de esa manera como se instituyó la primera Orden Franciscana. Amados míos.
Durante todo este proceso se acercó a mí la amada Clara (4), quien también era una devota del Cristo. Ella fue la primera monja de nuestra Orden. En algún momento nos dimos cuenta que no era fácil para personas que habían tomado el voto de castidad convivir en conventos con monjas que también habían tomado ese voto. Entonces el Cristo a través mío decidió crear la segunda Orden: La de las damas pobres, liderada por Clara, la cual sería más conocida como la Orden de las Clarisas. La amada Clara fue una devota del Cristo a tal punto que este la escogió para ser su Mensajera en el siglo XX (5).
¿Por qué San Francisco no ascendió?
Mis amados, ¿ustedes se han preguntado alguna vez por qué San Francisco tuvo que regresar y encarnar varias veces antes de ascender? En realidad, dentro de todo este estado de conexión con Dios y toda esta devoción y espiritualidad, todavía creía en el Dios lejano del cual me sentía separado. Además, me sentía tan miserable que creía que tenía que vivir en la pobreza toda mi vida.
Amados, fui fanático en muchos de mis puntos de vista. Fui extremista en muchas de mis posiciones. Eso no me permitió manifestar el pleno potencial del Cristo ni mucho menos lograr la Ascensión en aquella época.
Quiero también decirles que en algún punto decidí empezar a viajar por el mundo. Viajé a España empujado por mi ego, con el deseo de conquistar a los musulmanes a fin de que se hicieran cristianos. Amados, realmente mi ego no comprendía que también los musulmanes podían tener una relación directa con Dios desde su propia religión.
Esto es lo que le puede suceder a muchos de ustedes cuando desean convertir a las personas a Shangra-la porque creen que esta es la salvación. Por esta razón quiero que se conecten con su corazón y sepan cuándo una persona necesita conocer la enseñanza directamente y cuándo necesita Principios Universales para que se renueve en el Cristo dentro de su propia religión.
Entonces fui a Egipto a convertir al Sultán, lo cual no fue posible. Viajé a Tierra Santa movido por el amor del Cristo pero también impulsado humanamente desde el deseo de mi ego de convertir a las personas a mi propia religión porque creía que era la única forma en que lograrían su salvación.
Regresé al lugar original donde mi Orden había sido fundada y encontré con tristeza que aquellos a quienes había dejado a cargo para que manejaran el liderazgo de la primera Orden habían traicionado varios de los principios que yo les había dado. Ellos habían traicionado la esencia de mi mensaje y se estaban convirtiendo en seres corruptos al igual que los líderes de la Iglesia católica cuyas actuaciones exponíamos.
Así que me sentí traicionado, y cuando quise entrar a hacer una renovación de esta Orden, encontré que la estructura jerárquica que se había formado estaba tan cerrada y habían logrado tal grado de control que no me fue posible volver a asumir el liderazgo. Me retiré entonces de la propia Orden que el Cristo a través mío había fundado.
Fue una época triste para mí, puesto que estaba atado a las expectativas de mi ego de que las cosas deberían ser como yo quisiera. Ahora comprendo que eso sucedió porque estas personas necesitaban experimentar y aprender las lecciones que llegarían a partir de toda esa situación.
Deseé ser mártir y me alegraba cuando los siervos de la Orden eran asesinados porque creía que morir en el nombre de Cristo era lo mejor que un alma podía hacer para lograr la salvación. Hoy comprendo que eso es una mentira porque el hecho de que el cuerpo físico muera por andar predicando una religión particular no tiene nada que ver con la salvación.
Después comprendí, en mi encarnación como Kuthumi de la que les hablaré luego, que lo que tenía que morir sacrificado era el ego. Diariamente muere el ego, diariamente nace el Cristo, diariamente YO SOY más.
La Orden Fraterna del Amor Servicial
Por medio de esta comprensión, como Francisco de Asís, tomé la decisión de formar una tercera Orden (6), la cual no estaba compuesta por personas que habían tomado los votos de castidad ni de pobreza, sino por hombres y mujeres casados, con trabajo y con hijos, que se dedicarían a servir al Cristo desde su vida cotidiana.
La tercera Orden no pudo llegar a su máximo potencial porque califiqué erróneamente desde mi ego muchos de sus reglamentos. Pero les digo que hoy hemos extraído lo mejor de esa tercera orden y nos hemos reunido con Maestros y Maestras Ascendidas para crear la Orden Fraterna del Amor Servicial (7).
(Ovación de 20 segundos)
Así que esta es mi cuarta Orden amados. Espero que no tenga que hacer muchas más.
En verdad, ¿Pueden comprender ahora por qué Francisco no ascendió, por qué Teresa de Ávila no ascendió, por qué Teresa de Calcuta no ascendió; a pesar del profundo amor en el que vivíamos? En realidad aceptamos muchos de los dogmas y de las mentiras de la Iglesia. Juramos obediencia a la Iglesia en lugar de jurar obediencia al Cristo dentro de nuestros corazones, amados. Más que hacer un juramento de obediencia externa a una persona u organización, el juramento y la obediencia debe ser al Cristo.
Ustedes, los que están aquí reunidos han sabido obedecer al Cristo en su corazón, porque de no ser así todavía estarían en el Summit Lighthouse o en la Iglesia católica o en el gnosticismo samaeliano. Pero si salieron de esas estructuras es porque han obedecido –más que a una Iglesia externa- al Cristo dentro de su propio corazón.
Los felicito amados por esa obediencia, pero no se queden ahí, porque hay otras cosas que el Cristo les ha dicho y que aún no han querido obedecer. Este es el significado más profundo del voto de la obediencia. Y les hablo de este voto en particular porque es ahí donde muchos de los que hemos encarnado en la Iglesia católica hemos fallado.
Mi encarnación final –la culminación de la obra
Finalmente encarné como Koot Hoomi Lal Singh y empecé a comprender mejor muchos de los misterios de la totalidad del universo. En esa encarnación pude renunciar a la mentira de la separación, a la mentira que decía que yo estaba separado de Dios y del Todo.
También en esa encarnación ayudé a mi hermano Morya (More), a Saint Germain y a Serapis a fundar la sociedad Teosófica cuyos verdaderos principios también fueron traicionados más tarde por su propio líder: Helena Blavatsky, quien al final de su obra se convirtió en una sierva de Lucifer y renunció a seguir el mandato de nosotros, los seres Ascendidos.
Así que hoy he venido nuevamente para anunciarles que he regresado para estar en medio de ustedes y en medio de los pobres de este mundo. Pero esta vez no quiero estar en medio de los pobres para que sigan siendo pobres, sino para que despierten en conciencia, se eleven y puedan manifestar la abundancia.
Ustedes deben ser ejemplo de esa abundancia. Pero no vayan a caer en el extremo de convertirse en esclavos de la riqueza. Tengan todo lo que necesitan y todo lo que sea necesario para su comodidad pero no se apeguen a cosas innecesarias. No tengan más de lo que pueden utilizar y disfrutar.
Los sello en el corazón del Cristo.
Kuthumi YO SOY.
YO SOY el Más.
Notas:
(1) El Maestro Ascendido Kuthumi estuvo encarnado como Giovanni Francesco Bernardone (1182-1226), el santo católico que fue conocido como San Francisco de Asís.
(2)
De acuerdo a los registros históricos, en 1201, durante una expedición militar contra Perugia, Francisco de Asís fue hecho prisionero en Collestrada y permaneció un año cautivo en una cárcel de Perugia.
(3)
Francisco era el hijo de un rico mercader de telas en Asís. De acuerdo a la película “Hermano Sol, Hermana Luna”, su Padre tenía además una fábrica de telas en la cual las personas trabajaban en condiciones infrahumanas.
(4)
Santa Clara de Asís (1194-1253) fue una religiosa italiana, nacida en Asís en el seno de una familia rica y noble. En 1211 oyó predicar a san Francisco de Asís e, inspirada por su elocuencia, ingresó en la comunidad franciscana al año siguiente. Con la ayuda y el consejo de san Francisco y a pesar de la oposición de su familia, fundó la orden de monjas franciscanas conocida como la orden de las Damas Pobres, y de un modo más popular llamada Clarisas Pobres. Fue canonizada en 1255.

(5)
Los Maestros han revelado que Elizabeth Clare Prophet, la mensajera de la dispensación del Summit Lighthouse estuvo encarnada como Santa Clara de Asís.
(6)
Alrededor del año 1220, a su regreso de un viaje al Medio Oriente, San Francisco encontró oposición entre los frailes de la Orden Franciscana y renunció como superior. Dedicó los años siguientes a planear lo que sería la Tercera Orden franciscana, los terciarios, a la cual se refiere el Maestro en este extracto.
(7)
Orden Fraterna del Amor Servicial: Se refiere a una Orden fundada por los Maestros Ascendidos y que está compuesta por hombres y mujeres del común que están dispuestos a servir de la forma más elevada posible. Esta no es una Orden externa, sino más una Orden interna donde sus miembros hacen sus votos de servicio ante su propia Presencia YO SOY. Ver el dictado “La Orden Fraterna del Amor Servicial” del 10 de Diciembre de 2008.

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