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sábado, 1 de agosto de 2009

CAMBIO CLIMATICO

Una masa de agua cálida atlántica
invade el Océano Glaciar Ártico


Un equipo de científicos, entre ellos españoles, ha constatado que una masa de agua cálida atlántica invade gran parte del sector europeo del Océano Glaciar Ártico y ha establecido entre 3 y 5 grados los umbrales de calentamiento que pueden desencadenar cambios bruscos en estos ecosistemas.
"Los modelos actuales sugieren que el Océano Glaciar Ártico podría quedar libre de hielo en verano en un par de décadas, o quizás antes", ha remachado Carlos Duarte, responsable del equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que ha participado en este proyecto y Premio Nacional de Investigación.
El equipo internacional, que acaba de regresar de la primera campaña oceanográfica en el Ártico del proyecto Artic Tipping Points (ATP, Cambios Bruscos en el Ártico), ha establecido, además, que en el Ártico se espera un aumento de temperatura de hasta 9 grados en el siglo XXI y han determinado que la mortalidad de los organismos más característicos de esa zona aumenta rápidamente con la temperatura.
Este proyecto tiene varios objetivos, entre ellos el de determinar precisamente cuándo se pueden producir cambios bruscos en el Ártico.
Según los investigadores del CSIC, "el nivel de calentamiento ha de situarse entre los 3 y los 5 grados centígrados sobre los niveles de referencia de 1990 para que se produzcan cambios bruscos en el Ártico".
El Ártico es la zona del planeta donde más rápido está aumentando la temperatura, con una tasa de calentamiento tres veces mayor que el resto de la Tierra, ha informado hoy el CSIC en una nota.
Duarte ha indicado que "las predicciones que hablaban de una rápida fusión del hielo se han visto sobrepasadas por las observaciones y durante los años 2007 y 2008 ha tenido lugar una pérdida brusca de hielo en el Océano Glaciar Ártico".
Esto ha supuesto "la disminución de más o menos la mitad de la superficie de hielo que quedaba normalmente al final del verano".
La espectacular aceleración de la pérdida de hielo en el Ártico en los últimos años sugiere que el cambio climático ha entrado en una nueva fase en esta región, con posibles consecuencias globales.
El proyecto, financiado por la UE y que cuenta con la colaboración de la Fundación BBVA, también pretende establecer el alcance de la presión humana a partir de la proliferación de actividades económicas en el Ártico, como el turismo, la pesca, la explotación petrolífera o el transporte marítimo.
El equipo internacional ha constatado que el copépodo (pequeño crustáceo) Calanus glacialis, un nodo central de la cadena alimenticia del Ártico, había desaparecido de áreas en las que antes era abundante.
Además, durante la campaña se han transportado más de 1.000 litros de agua del Ártico a las instalaciones del Centro Universitario de las Islas Svalbard, en Longyearbyen, Noruega, para establecer el umbral de calentamiento a partir del cual se desencadenan cambios abruptos en la comunidad de plancton.
La investigadora del CSIC Susana Agustí ha explicado que "el plancton del Ártico pasa de actuar como sumidero de CO2 a fuente de CO2 con el calentamiento" .
Por su parte, el coordinador del proyecto ATP, Paul Wassman, de la Universidad de Tromso (Noruega), ha advertido de que "los cambios que estamos observando tendrán efectos sin precedentes en el ecosistema Ártico".
Duarte ha concluido, asimismo, que "las regiones polares del planeta ya no son la última frontera, sino que son las trincheras de la lucha contra el cambio climático".

" el día después de mañana", es hoy

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