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martes, 2 de junio de 2009

¿Vuelo de Air France y Anomalía de Atlántico Sur, alguna relación?

Junio 3, 2009

Vuelo 447 Río de Janeiro a París, desaparecido y sin noticias concretas
Desde el lunes temprano fui convocada para opinar sobre el tema del Airbus 330 Vuelo 447 Río de Janeiro-Paris en diferentes medios radiales, fue el tema de mi programa de Radio de ayer por la noche, incluyendo el programa de Chiche Gelblung (TV) al que fui invitada compartiendo la mesa con un piloto y un controlador aéreo.
Ninguna de estas reuniones ha dado por resultado más que interminables opiniones que terminan en el mismo punto muerto que es la imposibilidad de saber de qué fue lo que pasó.
Haciendo un racconto de todo lo sucedido y según el piloto que estaba sentado a mi lado y todos los demás pilotos que han sido entrevistado por TV y radio muestran que por desperfectos normales no hubiera sido posible que ese avión haya desaparecido en la nada.
Tampoco puede afirmarse que el accidente aéreo sucedió por encontrarse la aeronave en la región de la Anomalía del Atlántico Sur, sin embargo por las vías normales, por ahora, no hay respuestas. Tampoco se descarta que haya sido un atentado terrorista y si ese hubiese sido el caso, habría que pensar que haya sido un provocado con algo muy sofisticado.
Los satélites muestran que la zona de peligro por encima de Brasil, Argentina y el Atlántico Sur está creciendo en tamaño hacia el Océano Indico Sur.
La aeronave estaba en la zona de la Anomalía del Atlántico Sur. Esta "Anomalía" es producida por una "depresión" en el campo magnético de la tierra en esa zona.
La "anomalía del Atlántico Sur" y es de gran importancia para los satélites y otras naves espaciales que orbitan a cientos de kilómetros de altitud con inclinaciones orbitales de 35° y 60°, ya que estas órbitas llevan a estos satélites a través de la anomalía de manera periódica, exponiéndolos durante varios minutos a una fuerte radiación.
De hecho el telescopio HUBBLE pasa diariamente en 10 orbitas sucesivas y permanece el 15% del tiempo en esa región hostil.
Los controladores de la misiones espaciales cruzan los dedos cada vez que el Sol está tormentoso y los transbordadores deben volar sobre el Atlántico Sur. Por esta zona, hasta los satélites que se encuentran en órbitas bajas sufren mucho por los 'disparos' energéticos cósmicos y los que provienen de nuestro Sol: En los equipos electrónicos se producen problemáticas fallas y los astronautas ven relampagueos ante sus ojos.
El campo magnético de la Tierra, que mantiene protegido nuestro planeta de las partículas atómicas cargadas que vienen del espacio exterior, es curiosamente débil por estos lugares. El caso de la región sudatlántica es un ejemplo de cómo el debilitamiento del campo magnético de la Tierra afecta al sistema global, considerándose al respecto que, además de desproteger al planeta de radiaciones espaciales, la pérdida de fuerza magnética puede también provocar carencias significativas y temporales de ozono.
El hallazgo de algunos restos del avión de Air France que desapareció anteayer representa sólo el inicio de lo que podría ser una de las operaciones más desafiantes de la historia, para recuperar la caja negra de la aeronave y revelar las causas de la tragedia.
Encontrar la caja negra, que en realidad está compuesta por dos dispositivos independientes de color naranja que contienen la grabación de voz de los pilotos y datos instrumentales, sería la llave para descubrir por qué el Airbus 330 desapareció en el océano Atlántico cuando se dirigía a París.
Las cajas negras tienen una luz de aviso subacuática denominada faro, que se activa cuando la grabación se sumerge en agua. El faro, capaz de resistir la presión del agua hasta los 6000 metros, puede transmitir una señal a profundidades de hasta 4300 metros durante un mes, según la Oficina de Investigación y Análisis, organismo francés encargado de investigaciones de accidentes aéreos.
Pero hallar la caja negra del A330 es una de las tareas de recuperación más desalentadoras desde la búsqueda del Titanic. Y, con suerte, podría llevar meses, según los que entienden del tema.
Si está en aguas tan profundas como algunos temen, a 4700 metros, cerca de la dorsal Medioatlántica, una cadena de montañas equivalente a la Cordillera de los Andes, entre los continentes americano y africano, los submarinos no tripulados serían puestos a prueba hasta el límite.
Complicando más la situación de la búsqueda debemos estar atentos a que es un zona sísmica fuerte por la fractura de dorsal Medio Atlántica, zona casi imposible de poder llegarse al fondo. Los dos días previos (29 y 30 de mayo) se produjeron terremotos en la región con sismos de magnitud 5.0 y 4.8 en la escala abierta de Richter y que complican aun más la búsqueda por el alto oleaje.
Region:
SOUTHERN MID-ATLANTIC RIDGEGeographic coordinates:
33.107S, 15.867W - Magnitud:
5.1Region:
OFF COAST OF CENTRAL AMERICAGeographic coordinates:
2.430N, 88.559W - Magnitud: 4.8
"Nunca se encontró una caja negra a tal profundidad. Es poco probable", indicó Martine Del Bono, vocero del BEA.
Es un escenario muy difícil porque, además de la profundidad, las corrientes marinas dispersan los objetos flotantes. Para hallar el avión serán necesarios navíos equipados con un sonar especial [aparato que detecta la presencia de objetos sumergidos mediante ondas acústicas] y submarinos de rescate. Un esfuerzo enorme", dijo el coordinador de seguridad del Sindicato de Empresas Aeronáuticas de Brasil.
Además, el lugar donde se encontraron los restos es una zona de convergencia intertropical, que genera una franja de nubosidades caracterizada por fuertes tempestades.
Las mareas mueven los restos, y por ello se adopta un padrón de búsqueda denominado cuadrado creciente, en que el área cubierta se amplía progresivamente de acuerdo con el análisis de las corrientes marinas, según el especialista en seguridad de vuelo Jorge Barros.
El cuadrado creciente donde se realizan las búsquedas se centra en el lugar donde la fuerza aérea brasileña detectó ayer algunos restos del A330, unos 650 kilómetros al noreste de la isla Fernando de Noronha. El experto brasileño en emergencias aéreas Moacyr Duarte opinó que será virtualmente imposible obtener datos suficientes para explicar la tragedia. "La cordillera submarina de la zona tiene un relieve muy accidentado y un valle profundo, por lo que será muy difícil ubicar la caja negra."
Un puñado de minisubmarinos que trabajan a gran profundidad, como el Alvin, de la marina norteamericana, en 1986 examinó los restos del Titanic a 4000 metros ya que están equipados para trabajar a esa distancia.
Si uno piensa en lo que se tardó en encontrar el Titanic y que los restos [del avión] serían más pequeños, queda claro que se está buscando una aguja en un pajar. Es un área muy grande y la búsqueda podría tardar meses. Sea cual fuera el reto, los expertos de la industria consideran imperioso saber qué pasó, y que la búsqueda no se detendrá hasta lograrlo.
Agencias AFP, Reuters, DPA y The Camino&Cambios Planetarios




Kristen NeilingDirección y Producción
Agencia CPl.News ®
" el día después de mañana", es hoy
Junio 1, 2009

¿Vuelo de Air France y Anomalía de Atlántico Sur, alguna relación?


http://www.thecamino.com.ar/


Como ustedes saben por todos las agencias de noticias hoy desapareció el vuelo de Air France AF 447 que viajaba entre Río de Janeiro y París y que desapareció cuando sobrevolaba el Atlántico.
Nada se sabe de qué fue lo que sucedió con la aeronave pero me gustaría llamar la atención sobre un tema que toqué en Newsletter del 3 de diciembre, 2005.

Existe algo conocido como Anomalía del Atlántico Sur. Esta es una zona muy particular del planeta y los controladores de la misiones espaciales cruzan los dedos cada vez que los transbordadores deben volar sobre el Atlántico Sur.


Por esta zona, hasta los satélites que se encuentran en órbitas bajas sufren mucho por los "disparos" asestados por las "balas" atómicas provenientes desde el espacio. En los equipos electrónicos se producen problemáticas fallas y los astronautas ven relampagueos ante sus ojos.
El campo magnético de la Tierra, que mantiene protegido nuestro planeta de las partículas atómicas cargadas que vienen del espacio exterior, es curiosamente débil por estos lugares.
La Anomalía del Atlántico Sur, tal como la denominan los expertos, es una de las razones de peso por las que se está intensificando el estudio del magnetismo terrestre.
El satélite Dinamarqués llamado Ørsted, que fue lanzado en el año 1999, está dedicado puramente a la investigación del campo magnético, mientras que la misión CHAMP, del año 2000 y de origen Alemán, se encarga de las mediciones tanto del campo magnético como del campo gravitatorio
Estos satélites muestran que la zona de peligro para satélites por encima de Brasil, Argentina y el Atlántico Sur está creciendo en tamaño hacia el Océano Indico sur.
El campo magnético terrestre en general se está haciendo progresivamente más débil con una velocidad asombrosa. Cuando un equipo Francés-Dinamarqués comparó los resultados dados por el Ørsted para el año 2000 con aquellos provenientes de un satélite norteamericano, el Magsat, de 20 años antes, se encontraron con que la disminución en la intensidad del campo sugiere que éste puede desaparecer por completo.
Éste, y otros misterios sobre nuestro planeta magnético tendrán toda la atención que se merecen con el próximo lanzamiento del proyecto Swarm. Se trata de tres satélites que trabajarán en conjunto para tomar mediciones del campo magnético y de sus variaciones en un modo mucho más preciso que en cualquiera de los intentos anteriores.
La misión Swarm fue una propuesta presentada ante la Agencia Espacial Europea (ESA) por Eigil Friis-Christensen (Copenhague, Dinamarca), Hermann Lühr (Potsdam, Alemania) y Gauthier Hulot (París, Francia) y cuenta con el apoyo de científicos de siete países europeos y de EE.UU.
La ESA seleccionó el proyecto en el 2004 como una misión dentro lo que llaman Opportunity, un programa para explorar la Tierra. Si todo sale bien, el proyecto Swarm deberá estar operando en el 2009.
Luego de alcanzar el espacio dentro de un transbordador, los satélites adoptarán órbitas que transitan sobre los polos.
El Swarm A y el B volarán lado a lado, midiendo simultáneamente el campo magnético desde posiciones de hasta 150 km de separación en dirección Este-Oeste cercana al ecuador.
Su orbita en principio será a 450 km por encima de la superficie, pero hacia el final de la misión ésta bajará hasta una altitud de casi 300 km, para poder realizar medidas más precisas del magnetismo originado en la corteza terrestre.
El Swarm C siempre estará mucho más arriba, permaneciendo a más de 500 Km. de altitud a lo largo de toda la misión.
En comparación a sus hermanos, el C brindará mediciones simultaneas de la intensidad del campo magnético de procedencia mucho más variada, tomadas de zonas bien distintas de nuestro planeta, y de la variación de la intensidad en medidas tomadas en la misma región pero en momentos diferentes del día.
Los tres satélites del proyecto Swarm investigarán este nuevo efecto con sus propios acelerómetros.
La vida operativa de los satélites del proyecto Swarm, desde el 2009 hasta el 2013, coincidirá con el próximo pico de actividad de tormentas en el Sol. Los beneficios prácticos inmediatos estarán centrados en el monitoreo general sobre el clima en el espacio y los eventos solares, que afectan no sólo a las naves y astronautas en órbita, sino también a los sistemas tecnológicos que se encuentran en la superficie.
Las tormentas magnéticas pueden causar daño tanto en líneas de transporte de energía como en cualquier tipo de conductos, mientras que los cambios en el campo magnético pueden afectar a cualquier sistema de navegación que utilice brújulas magnéticas. Esto incluye a las brújulas que operan por debajo de la tierra sirviendo como guía en la operación de los taladros que se usan en la excavación de pozos para la búsqueda y obtención de petróleo.
Para los científicos, el mayor beneficio del Swarm es que las mediciones de alta calidad del campo magnético proveerán de una nueva forma de 'observar' con rayos X el interior oculto del planeta. Las ondas generadas por terremotos y las variaciones en la intensidad del campo gravitatorio ya proveen actualmente una imagen del núcleo caliente, del manto rocoso que lo rodea, y de la siempre activa corteza terrestre. Pero tal imagen no es aún lo suficientemente clara como para que los investigadores puedan ponerse de acuerdo en cómo es que funciona, realmente, la maquinaria interna del planeta.
El Swarm también investigará los intrigantes cambios en el núcleo terrestre que son responsables de la actual debilitación del campo magnético.

Esta es una conjetura sobre lo que podría haber sucedido con el vuelo Air France AF 447. Por ahora no sabemos nada, pero estamos refrescando la mente sobre la famosa ANOMALÍA DEL ATLÁNTICO SUR.





Kristen NeilingDirección y Producción
Agencia CPl.News ®


" el día después de mañana", es hoy

1 comentario:

seth dijo...

Ni bien lo escuche me parecio una zona parecida a la del triangulo de las Bermudas!!! Ya que el avion estaba bien y derepente desaparecio.

bandaroja_cruzaelalma_33@hotmail.com