Mayo 30, 2009
Aumenta preocupación en Brasil por el clima extremo
Nadie puede decir que los tomó por sorpresa. Las dunas de arena venían avanzando hace décadas, hasta que hace dos años finalmente se tragaron las casas de Raimundo do Nascimento y 12 otras familias en Ilha Grande, una isla en el delta del río Parnaiba, al noreste de Brasil.
De pie sobre la duna de 14 metros de alto que ahora cubre por completo su vieja casa, Do Nascimento, de 53 años, describe el paisaje de su niñez: anacardos hasta donde se perdía la vista. Sin ninguna duna. "Es hermoso, pero la belleza trae miseria. La causa de esto es natural, pero también es obra del hombre", dijo Do Nascimento.
Los expertos culpan a la deforestación y a los aumentos poblacionales por las enormes dunas que están avanzando a unos 25 metros por año, amenazando con borrar la ciudad de 8.500 habitantes del mapa. Pero también responsabilizan a los fuertes vientos y al clima seco de los últimos años.
El viento se ha estado volviendo más fuerte. Es el motor de este proceso, dijo Luiz Roberto del Poggetto, un oceanógrafo cuya firma fue contratada por el Gobierno para encontrar modos de contener las dunas.
La racha de extremas condiciones meteorológicas ha reavivado el debate sobre cómo el cambio climático está afectando al país más grande de América Latina, hogar de la mayor selva del planeta y una de las grandes reservas de alimentos del mundo.
Las lluvias inusualmente fuertes en el norte y noreste han dejado a cientos de miles de personas sin techo y causaron la muerte de unos 45 residentes. Mientras tanto, el sur de Brasil ha sido golpeado por una serie de sequías, devastando granjeros y reduciendo en un tercio el flujo de agua de las famosas cataratas de Iguazú.
PREOCUPACION DE LULA
El presidente Luiz Inacio Lula da Silva ha manifestado preocupación. "Brasil está sintiendo los cambios climáticos que están ocurriendo en el mundo, cuando hay una severa sequía en un lugar que no solía tenerlas, cuando llueve en zonas donde no solía llover".
Si bien el efecto exacto del cambio climático es difícil de medir debido a la falta de datos históricos, parece ser un factor desencadenante en las sequías e inundaciones extremas de los últimos años.
"Estamos percibiendo el calentamiento y condiciones en muchas partes del país que parecen estar asociadas a él", sostuvo Carlos Nobre, un importante científico del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil.
Los estados del sur han sufrido sequías en siete de los últimos 11 años y el primer huracán registrado en Brasil golpeó la costa sur en el 2004. La zona del Amazonas sufrió en el 2005 su peor sequía en décadas.
El calentamiento también desempeña un papel en los modelos del denominado "punto de quiebre", en el que se combinan el clima más seco y la deforestación para convertir gran parte de la selva amazónica en un savana y posiblemente reducir el flujo pluvial hacia los estados agrícolas del sur.
Daniel Nepstad, un importante ecologista y especialista en el Amazonas de la Fundación Gordon and Betty Moore en San Francisco, señaló que aproximadamente la mitad de la selva estaba "tambaleándose al límite" de no tener suficiente agua para sobrevivir las estaciones secas.
El proceso de secado, que eleva la cantidad de destrucción causada por incendios, estaba rumbo a liberar unos 20.000 millones de toneladas de carbono en la atmósfera en las próximas dos décadas, explicó, aproximadamente el doble de las emisiones totales del mundo en un año.
"El clima que estamos viendo es algo muy raro. Si hablas con tribus nativas (...) ellos describen en detalle cómo han cambiado las lluvias", manifestó.
Reducción de las emisiones de carbono
Las temperaturas promedio en Brasil han aumentado en 0,8 grados centígrados en los últimos 50 años.
"Ya no estamos hablando del cambio como algo del futuro, sino como algo que está ocurriendo", dijo Roberto Smeraldi, director para el Amazonas de la organización Amigos de la Tierra.
Después de años de renuencia, el Gobierno de Brasil ha mostrado más predisposició n a debatir la reducción de las emisiones de carbono.
Además de la agricultura, el sector hidroeléctrico que proporciona 85 por ciento de la energía de Brasil sufrirá cuando caigan los niveles de los ríos.
Brasil, el cuarto mayor emisor de gases invernadero debido en gran parte a la deforestación amazónica, dice que está listo para adoptar límites de emisiones y buscará ser un negociador clave en las conversaciones de Copenhague en diciembre para un nuevo tratado global contra el cambio climático.
Partes del sur este año tuvieron su abril más seco desde 1929, forzando a más de 300 ciudades a declarar el estado de emergencia. Se estima que las pérdidas en las cosechas de los estados de Santa Catarina, Rio Grande do Sul y Paraná por la sequía de este año superaron los 1.500 millones de dólares. fuente: Reuters
www.thecamino.com.ar
Kristen NeilingDirección y Producción
Agencia CPl.News ®
Aumenta preocupación en Brasil por el clima extremo
Nadie puede decir que los tomó por sorpresa. Las dunas de arena venían avanzando hace décadas, hasta que hace dos años finalmente se tragaron las casas de Raimundo do Nascimento y 12 otras familias en Ilha Grande, una isla en el delta del río Parnaiba, al noreste de Brasil.
De pie sobre la duna de 14 metros de alto que ahora cubre por completo su vieja casa, Do Nascimento, de 53 años, describe el paisaje de su niñez: anacardos hasta donde se perdía la vista. Sin ninguna duna. "Es hermoso, pero la belleza trae miseria. La causa de esto es natural, pero también es obra del hombre", dijo Do Nascimento.
Los expertos culpan a la deforestación y a los aumentos poblacionales por las enormes dunas que están avanzando a unos 25 metros por año, amenazando con borrar la ciudad de 8.500 habitantes del mapa. Pero también responsabilizan a los fuertes vientos y al clima seco de los últimos años.
El viento se ha estado volviendo más fuerte. Es el motor de este proceso, dijo Luiz Roberto del Poggetto, un oceanógrafo cuya firma fue contratada por el Gobierno para encontrar modos de contener las dunas.
La racha de extremas condiciones meteorológicas ha reavivado el debate sobre cómo el cambio climático está afectando al país más grande de América Latina, hogar de la mayor selva del planeta y una de las grandes reservas de alimentos del mundo.
Las lluvias inusualmente fuertes en el norte y noreste han dejado a cientos de miles de personas sin techo y causaron la muerte de unos 45 residentes. Mientras tanto, el sur de Brasil ha sido golpeado por una serie de sequías, devastando granjeros y reduciendo en un tercio el flujo de agua de las famosas cataratas de Iguazú.
PREOCUPACION DE LULA
El presidente Luiz Inacio Lula da Silva ha manifestado preocupación. "Brasil está sintiendo los cambios climáticos que están ocurriendo en el mundo, cuando hay una severa sequía en un lugar que no solía tenerlas, cuando llueve en zonas donde no solía llover".
Si bien el efecto exacto del cambio climático es difícil de medir debido a la falta de datos históricos, parece ser un factor desencadenante en las sequías e inundaciones extremas de los últimos años.
"Estamos percibiendo el calentamiento y condiciones en muchas partes del país que parecen estar asociadas a él", sostuvo Carlos Nobre, un importante científico del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil.
Los estados del sur han sufrido sequías en siete de los últimos 11 años y el primer huracán registrado en Brasil golpeó la costa sur en el 2004. La zona del Amazonas sufrió en el 2005 su peor sequía en décadas.
El calentamiento también desempeña un papel en los modelos del denominado "punto de quiebre", en el que se combinan el clima más seco y la deforestación para convertir gran parte de la selva amazónica en un savana y posiblemente reducir el flujo pluvial hacia los estados agrícolas del sur.
Daniel Nepstad, un importante ecologista y especialista en el Amazonas de la Fundación Gordon and Betty Moore en San Francisco, señaló que aproximadamente la mitad de la selva estaba "tambaleándose al límite" de no tener suficiente agua para sobrevivir las estaciones secas.
El proceso de secado, que eleva la cantidad de destrucción causada por incendios, estaba rumbo a liberar unos 20.000 millones de toneladas de carbono en la atmósfera en las próximas dos décadas, explicó, aproximadamente el doble de las emisiones totales del mundo en un año.
"El clima que estamos viendo es algo muy raro. Si hablas con tribus nativas (...) ellos describen en detalle cómo han cambiado las lluvias", manifestó.
Reducción de las emisiones de carbono
Las temperaturas promedio en Brasil han aumentado en 0,8 grados centígrados en los últimos 50 años.
"Ya no estamos hablando del cambio como algo del futuro, sino como algo que está ocurriendo", dijo Roberto Smeraldi, director para el Amazonas de la organización Amigos de la Tierra.
Después de años de renuencia, el Gobierno de Brasil ha mostrado más predisposició n a debatir la reducción de las emisiones de carbono.
Además de la agricultura, el sector hidroeléctrico que proporciona 85 por ciento de la energía de Brasil sufrirá cuando caigan los niveles de los ríos.
Brasil, el cuarto mayor emisor de gases invernadero debido en gran parte a la deforestación amazónica, dice que está listo para adoptar límites de emisiones y buscará ser un negociador clave en las conversaciones de Copenhague en diciembre para un nuevo tratado global contra el cambio climático.
Partes del sur este año tuvieron su abril más seco desde 1929, forzando a más de 300 ciudades a declarar el estado de emergencia. Se estima que las pérdidas en las cosechas de los estados de Santa Catarina, Rio Grande do Sul y Paraná por la sequía de este año superaron los 1.500 millones de dólares. fuente: Reuters
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Kristen NeilingDirección y Producción
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1 comentario:
Lo del clima es una muestra clara de que algo no anda bien.No puede un dia hacer 30 grados y al otro dia 5!!!Los que mas sufren son los animales, por ejemplo mi tortuga: Los dias de frio, pensara que tiene que hibernar y al otro sale pensando que no!!! jajaja
bandaroja_cruzaelalma_33@hotmail.com
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