El ojo wedjat, udjat, udyat, ugiat, ojo de Horus, es uno de los amuletos más conocidos del antiguo Egipto y del mundo musulmán actual. Como talismán simboliza la salud, la prosperidad, la indestructibilidad del cuerpo y la capacidad de renacer. El wedjat, un ojo en parte humano y en parte de halcón, es el ojo de Horus, dios de los cielos, y viene a significar «la unidad o totalidad restablecida». Estos amuletos servían de protección a los egipcios no solo contra las enfermedades sino también contra traiciones, conjuros y maldiciones enviados por los enemigos y mal de ojo.
Protegía especialmente la incisión practicada en la momia para extraer sus órganos. Al ojo se le representó, desde hace miles de años, con un círculo con un punto en el centro, el mismo símbolo que representa al Sol y, por lo tanto, representa el poder de lo eterno, que no cambia con el tiempo. Por eso, este talismán ayuda a lograr una posición y estabilidad. Fue muy usado en collares para proteger de miradas envidiosas.
El interés de los egipcios por la muerte los llevó a embalsamar los cadáveres y a colocar en las tumbas numerosos objetos, pinturas e inscripciones. El ojo sagrado era un poderoso amuleto capaz de despertar al difunto como hizo con Osiris, de alejar influencias maléficas o de actuar con significado de ofrenda.
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