Hace rato que tenia ganas de leer la Leyenda de Parsifal, una leyenda de unos 8000 años de antigüedad que fue llevada al papel en el año 1140 aproximadamente por un bardo frances Chretien de Troyes. Pero, para mi asombro, hay una version escrita en tre 1150 y 1170 del trovador aleman Wolfram Eschembach, donde relata el viaje de Parsifal nada menos que a un pais que responde al nombre de "Argentum", que esta situado cruzando "El Atlantico Oceano". Habla del Bastón de Mando, que al parecer es considerado la piedras de la sabiduria en Afganistan, India, Nepal, Persia y el Tibet.
Aca pego el parrafo que lo menciona:
"En que lejana cordillera podrá encontrar a la escondida piedra de la sabiduría ancestral que mencionan los versos de los veinte ancianos, de la isla Blanca y de la estrella Polar. Sobre la montaña del Sol con su triángulo de luz surge la presencia negra del Bastón Austral, en la Armónica antigua que en el Sur está. Solo Parsifal, el ángel, por los mares irá con los tres caballeros del número impar, en la Nave Sagrada y con el Vaso del Santo Grial, por el Atlántico Océano un largo viaje realizará hasta las puertas secretas de un silencioso país que Argentum se llama y siempre será".
De inemdiato me puse a investigar sobre el asunto, porque cómo es posible que esten hablando de Argentina en una leyenda sobre un tipo que supuestamente murio en una batalla alla por el año 500 y pico, escrita el año 1150, cuando America fue descubierta recien en 1492. Se sabe que los vikingos anduvieron por aca, pero que yo sepa anduvieron por las tierras del norte.
Vengo a descubrir entonces qu ehay hipotesis que circulan diciendo que los Templarios anduvieron por estas tierras.
Parece ser que en el Golfo de San Matias (Rio Negro, donde estan el centro turistico Las Grutas, para que se ubiquen) fue hallado un fuerte que por su caracteristica de construccion remite a un fuerte templario. Un fuerte que en su momento habia sido buscado por Juan de Garay, que al parecer habia escuchado la leyenda de los templarios en el Paraguay y luego por su pariente Hernandarias.
La leyenda germana habla de la llegada de Parsifal a tierras de la Patagonia, a una zona donde los barcos quedan en tierra por momentos (San Matías es una zona de mareas de gran magnitud) y luego de un viaje que lo llevo hasta Viarava (aparentemente el cerro Uritorco por lo que se) donde enterró el "bastón de mando" y el "Santo Grial" (el vaso donde José de Arimatea juntó la sangre de Jesús de Nazareth cuando este fue herido por un lanzazo del romano Longino).
Parece ser que se le dio mucha importancia a esta leyenda, tanto es asi que en tiempos ya contemporáneos hubo ocho expediciones para investigar sobre el terreno, la última en 1986. Una de ellas fue enviada por el propio Adolph Hitler, que como es sabido había restablecido en su país el culto a los viejos dioses nórdicos. Importante fue la que en 1948 dirigió el arqueólogo Georg von Hauenschild, quién revisó una pieza encontrada en 1934, en el Uritorco, por Ofelio Ulises Herrera, un místico campesino cordobés que había pasado varios años en el Tibet, y que creyó encontrar el "bastón de mando" (junto con otras piezas) traído por el mítico Parsifal.
Von Hauenschild dio credulidad a la historia del responsable del hallazgo al dar a la pieza una antigüedad de unos 8.000 años, sobre todo por las características de su tallado, pero hay quien no coincide con él y la considera un elemento de carácter meteórico. Este bastón, escondido hoy celosamente, tiene aproximadamente 1,10 metros de largo, unos seis o siete centímetros en su parte más ancha y posee forma cónica.
Entre los buscadores del "bastón de mando" también estuvo hacia 1830 un jefe araucano que hizo revisar varias sierras del país en Buenos Aires, Córdoba y San Luis, por haber escuchado la leyenda de Parsifal que tiene un correlato en otra de los viejos indios comechingones (los únicos americanos nativos altos, de barba y ojos claros, lo que para los templarios constituye una prueba del mestizaje con germanos) que habla de la llegada de un hombre blanco proveniente de tierras lejanas, muerto en la Montaña Sagrada y convertido en eterno guardián de la piedra de la sabiduría.
El nombre de Argentina para nuestro país fue tomado del poema "Argentina y conquista del Río de la Plata, con otros acontecimientos de los Reynos del Perú y Estado del Brasil", del clérigo español Martín del Barco Centenera, editado en Lisboa en 1602. Pero una buena pregunta seria ¿de donde sacó el cura logroñés esa denominación? Una lógica respuesta, sería que Del Barco Centenera conocía la leyenda de Parsifal, su viaje al sur a través del Océano Atlántico y del país Argentum.
Para los seguidores de la tradición templaria el escriba del poema sabía de la explotación platífera desde el alto medioevo en Potosí por la Orden Sagrada de los Caballeros del Templo de Jerusalén (se cree que uno de los motivos de su importante riqueza fue esta), la que había llegado al hoy Río de la Plata por donde, al decir de esa versión, pasaban los drakares cargados en el actual Paraguay camino de Europa. De ahí el nombre del primero denominado Mar Dulce por Juan Díaz de Solís y de la denominación de Argentina para el territorio. Claro que bien los aborígenes de esta zona podían saber de la plata boliviana vía la transmisión oral, del mismo modo que conocían la leyenda de "El Dorado", llegada desde mucho más lejos, desde Colombia, surgida de una ceremonia ritual anual entre los jefes lugareños de Tunja y Bogotá.
Sin embargo me llamó mucho la atención, sobre todo por encontrar una referencia como esta en una leyenda tan antigua y, aparentemte (uno supone) tan desconectada cono nosotros por distancia y tiempo.
_________________
http://tsrdnd.proboards76.com/index.cgi
Otro objeto misterioso, tanto como el Arca de la alianza y del que sólo dispongo de la información y los comentarios que hace Miguel Blanco en su programa. Es por ello que aquí me limito a reproducir un artículo escrito por él mismo y publicado en mundomisterioso.com.
Sectas ocultistas, grupos esotéricos, políticos ambiciosos, colectivos nazis... Todos quieren heredar el Bastón de Mando, un tesoro arqueológico de los nativos indios de Argentina supuestamente dotado de maravillosos poderes. Su propietario, un hombre convencido de que el bastón servía de "antena" para entrar en contacto con seres de otras dimensiones, ha fallecido recientemente y el objeto busca nuevo dueño. Mundo Misterioso estuvo en Córdoba (Argentina) para reconstruir la historia y conocer las leyendas de este objeto casi tan legendario como el Santo Grial.
Habían transcurrido muchos años desde la última vez que habíamos acariciado aquella pieza. Su actual depositario, tras el fallecimiento de quien durante décadas fue su misterioso dueño, la acababa de desenterrar de su "escondite" poco antes de nuestra llegada a Argentina. Aún se percibía su olor a tierra cuando tomamos de nuevo entre nuestras manos el ansiado fetiche esotérico. Paradójicamente, tras algunos años de "servicio", el singular Bastón de Mando había vuelto al único hogar que conoció durante siglos: las entrañas de la tierra, en donde había permanecido oculto desde que sus depositarios, los indios comechingones, lo enterraron para que no cayese en manos de los devastadores conquistadores españoles. Sin embargo, según lo previsto por su actual propietario, en el año 2001 el sorprendente Bastón de Mando, supuestamente llamado a cumplir una función mesiánica en el nuevo milenio, podrá salir de Argentina -y quizás de América- para siempre.
Mil años de leyendas
Juan José Benítez, tras haber recorrido el planeta investigando todo tipo de hechos y objetos insólitos, escogió precisamente el Bastón de Mando como uno de sus misterios predilectos en su obra Mis enigmas favoritos (Plaza & Janés). Según explica el escritor navarro, tras analizar algunas obras clásicas como la ópera Parsifal o La Montaña del Sol, llegó a la conclusión de que existe una tradición esotérica según la cual el mítico escudero del no menos legendario sir Lancelot, y al igual que él una expedición de caballeros templarios, habrían cruzado el Atlántico mucho antes que Colón transportando hasta el Nuevo Mundo, y más concretamente a Argentum (¿Argentina?), una serie de objetos sagrados. Entre ellos se encontraba el Santo Grial, que debía ser depositado junto con otro objeto de poder: "nuestro" Bastón de Mando.
A partir de ese momento, sugiere Benítez, el Bastón de Mando, conocido también como "Piedra que Habla", "Piedra Imán" o "Piedra de la Sabiduría", se convertiría en una pieza tan deseada como el Grial y buscada por hombres de ciencia, aventureros, místicos e incluso expedicionarios militares. Sobre el objeto ya habla Roger Bacon en una obra publicada en 1230. Asegura el célebre filósofo y esoterista inglés que el Libro Sagrado y la Piedra de la Sabiduría -¿el Bastón de Mando?- se encuentran escondidos en una cordillera de un lejano y silencioso territorio ubicado en el extremo meridional del Hemisferio Sur. En 1830, un ambicioso jefe araucano -conocedor de las leyendas de las tribus que habitaban el norte y el centro de la Argentina- decidió penetrar con sus guerreros en las sierras de la Ventana, Tandil, Balcarse, Pillahuincó y San Luis, llegando incluso a la ciudad de Córdoba en busca de "la Piedra que Habla y dominará el mundo...".
Las leyendas sobre las propiedades mesiánicas del Bastón de Mando hicieron que, entre 1920 y 1940, sucesivas expediciones inglesas, alemanas, indias, japonesas y francesas se lanzasen a la caza y captura de la Piedra de la Sabiduría. Incluso las SS de Adolf Hitler protagonizaron alguna de esas expediciones, asesorados por los astrólogos y videntes del III Reich que consideraban el Bastón de Mando como una pieza fundamental para culminar las ansias mesiánicas del Fhürer. Pero los nazis, al igual que el resto de buscadores, fracasaron.
Un bastón para Ulises
Quien tuvo más suerte fue Orfelio Ulises, un hombre que entró en la historia esotérica de Argentina en 1934. Había permanecido ocho años en el Tíbet, en donde de los labios de los lamas y de los "maestros de Shambhala" escuchó hablar, por primera vez, de la Piedra de la Sabiduría. Años después, ya de regreso en Argentina, desenterraría el mítico Bastón de Mando del escondite en el cual había permanecido oculto durante siglos: el cerro Uritorco de Capilla del Monte (Córdoba, Argentina). Apareció junto a otros dos objetos, una piedra circular parecida a un moledor y un tercero que el descubridor quiso que quedara enterrado allí.
Por alguna razón, Orfelio Ulises consideró que el depositario de aquella singular pieza arqueológica, arrancada de las entrañas de la mítica montaña, debía ser un no menos insólito personaje: el Dr. Guillermo Alfredo Terrera. Este hombre, profesor en Derecho y Ciencias Sociales en la Universidad de Córdoba desde 1954, académico abierto y de mentalidad renacentista, terminó convirtiéndose en punto de referencia del esoterismo argentino. Versado en mil disciplinas y autor de numerosas obras fue el custodio del Bastón de Mando hasta el día de su muerte, que le llegó el 19 de noviembre de 1998.
Legado indio
El bastón fue encontrado partido en tres trozos de 43, 40 y 28 centímetros. Mide en total 1.11 metros de longitud y unos 15 centímetros de diámetro. Pesa algo más de 4.5 kilogramos, pese a que por su apariencia y por la sensación que causa al tenerlo entre las manos es de que posee mayor entidad.
Esculpido en basalto, el pulido de la piedra fue datado en hace más de 7.000 años, lo que desconcierta notablemente a los historiadores y arqueólogos. Sin embargo, para Guillermo Terrera no suponía ningún problema aceptar esa datación, ya que sin ningún pudor relacionaba el Bastón de Mando con el origen de los indios comechingones -aborígenes barbados y de rasgos nórdicos que poblaban la región antes de la llegada de los españoles- con las leyendas que hablan de las visitas de dioses extraterrestres en el pasado y con la ciudad subterránea de Erks, poblada supuestamente por seres de otra dimensión, que según explica en su libro Antropología metafísica, se encontraría en las entrañas del Cerro Uritorco. Además, dicho bastón era una especie de "antena" gracias a la cual, y en el transcurso de extrañas ceremonias, entraba en contacto con aquellos seres de otros mundos.
Guillermo Terrera, a quien tuvimos la fortuna de conocer hace ya algunos años, afirmaba sin temor, en contra de las teorías que ligan la llegada del Bastón de Mando con los templarios, propone otra hipótesis sobre el origen de la pieza y asegura que los antiguos comechingones fueron conducidos por "seres superiores" (¿acaso los aparentes extraterrestres que retrataron en sus pinturas rupestres?) hasta Argentum (Argentina) cruzando el estrecho de Bering con el Bastón de Mando entre sus posesiones.
Las teorías de este peculiar personaje encontraron eco entre diferentes grupos esotéricos latinoamericanos, muy influenciados -como Terrera, por cierto- por el hitlerismo esotérico y el tradicionalismo mágico que tanto influyó en el III Reich. Con su muerte, y como explican el sociólogo Emilio Zubiría y el periodista Alejandro Ravazzola, la fascinación del mundillo esotérico argentino por sus sorprendentes teorías, un peligroso cóctel en el que se mezcla nazismo, nacionalismo y hermetismo, se hizo todavía mayor. Todos los grupos de corte esotérico han querido heredar el Bastón de Mando. Pero según Ravazzola, sólo el grupo Delfos podría considerarse como continuador de la obra del controvertido ocultista cordobés. De hecho, según sus investigaciones, dicho colectivo ha realizado numerosas expediciones tanto en el Uritorco como en la Patagonia siguiendo las pistas sugeridas por Terrera en sus libros en torno a la ubicación del Santo Grial en Argentina y la presencia de templarios en aquellas tierras antes, incluso, del descubrimiento de Colón. Tan arriesgadas propuestas fueron creídas a pies juntillas por los nazis de la II Guerra Mundial, muchos de los cuales se refugiaron en Argentina importando su convencimiento a propósito de la ubicación del insólito objeto. Este último hecho, por cierto, fue confirmado por el centro Wisssental en América Latina y el Mossad, que descubrieron la continuidad del hitlerismo esotérico -y ufológico- en Argentina, hoy representado públicamente por el diplomático chileno Miguel Serrano, conocido defensor de la teoría que sostienen que los OVNIs actuales son naves desarrolladas por los ingenieros nazis que lograron sobrevivir a la II Guerra Mundial y que podrían habitar algunas ciudades subterráneas como Erks, que se encontraría, como señalábamos, bajo el cerro Uritorco.
Delfos y su líder, el ingeniero Fernando Fluguerto Martí, es hoy un colectivo envidiado -y admirado- por los esoteristas argentinos al haber sido proclamado como heredero no de sólo los conocimientos de Terrara sino también del preciado Bastón de Mando que hoy muestran orgullosos... Pero viven engañados...
Los dos bastones
Los hijos de Guillermo Terrera viven al sur de Buenos Aires. Aún recuerdan con cierto horror las circunstancias que rodearon el entierro de su padre. Nos explicaron cómo aún estando caliente el cadáver, algunos de los asistentes al velatorio, que presidía el Bastón de Mando, se abalanzaron sobre la codiciada pieza "como locos, asegurando ser los escogidos de los seres superiores para heredarlo", nos asegura el hijo del hermetista, también llamado Guillermo. El joven, tan alto y fornido como su padre, forcejeó con ellos para recuperar el bastón, que para esconderlo acabó enterrándolo en cierto lugar para evitar un posible robo. Así que no es de extrañar que nos asegurara, ante nuestra sorpresa, que desconocía quiénes formaban el colectivo Delfos.
¿Significaba aquello que existían dos bastones, uno en posesión del citado grupo esotérico y otro custodiado aún por la familia de Terrera? La respuesta es... ¡Sí! La historia del bastón falso resulta rocambolesca. Según nos explicó su hijo, Guillermo Terrara fabricó una réplica del "fetiche" por temor a perderlo a manos de algunos visitantes de cuyas intenciones no estaba seguro.
La pieza apócrifa no presenta las roturas de la original y su peso es considerablemente menor. Pero quien no haya sostenido con sus manos ambas piezas no podría percatarse de la diferencia... Ahora bien, ¿cómo llegó el bastón falso a manos de los miembros del grupo Delfos? Según nos comentaron los familiares de Terrera, la segunda esposa del hermetista, tras el fallecimiento de éste, se distanció de los hijos del primer matrimonio y no dudó en ceder el bastón falso al grupo esotérico. Sin embargo, la pieza original, la auténtica, junto a su base piramidal y su "memoria" de miles de años, siguen bajo la custodia de la familia de Terrera.
Pero los dueños del verdadero Bastón de Mando no saben qué hacer con él ni qué uso darle. Y por eso han decidido poner a la venta el fetiche esotérico, en espera de que quien lo adquiera sea una persona preparada para continuar la obra de su padre. También desean que sea alguien poderoso, tanto como los ex presidentes Juan Domingo Perón o Carlos Menem, este último amigo personal de Terrera. Y es que ambos quisieron adquirirlo décadas atrás, aunque fracasaron en su intento porque Terrera no quiso desprenderse del objeto mientras vivió.
Eso sí: el nuevo dueño tendrá que desembolsar varios millones de dólares, lo que ha despertado el temor de los investigadores, que sospechan que el Bastón de Mando puede salir de Argentina. Y esta posibilidad les irrita: "Se encontró aquí, y aquí estuvo desde los tiempos de los comechingones, así que adoptaremos todas las medidas legales precisas para que esa pieza regrese a donde siempre debió estar: en este lugar en el que ahora nos encontramos", expresó con contundencia a Mundo Misterioso el investigador argentino Jorge Suárez a los pies del mítico, misterioso y desconcertante cerro Uritorco
Orfelio Ulises de nacionalidad argentina, estuvo ocho años
en un monasterio del Tibet, aprendiendo tecnicas de meditacion
y concentracion, etc, etc.
Durante aquellos ocho años, en algun momento, los monjes le hablaron del Misterio de Parsivar (en Europa, tambien llamado Perceval),
de las tierras de Argentum, y de como este habria viajado desde la Francia antigua, hasta unas tierras desconocidas
denominadas por los Misticos, Argentum, que venia a significar
algo asi como "Tierra de Plata".
El y los monjes sin duda, veian el parecido de Argentum con Argentina, ademas de que Argentina,
sea denominada tambien como "El Pais de la Plata", aunque desconozco si fueron estos "parecidos"
los que le llevaron al pais del Himalaya a investigar, o fueron otros motivos.
Despues de estos ocho años, regreso a su pais Argentina, y segun el mismo Orfidio Ulises,
guiado telepaticamente por los monjes tibetanos, se dirigio a la Provincia argentina de Cordoba,
a la zona del Valle de Punilla, donde se encuentra el Cerro Uritorco, famoso por los avistamientos O.V.N.I.
En 1930, cierto día Orfelio Ulises se siente como atraído a trabajar en las cercanías del cerro Uritorco. A poco de remover tierra y cascotes, pone al descubierto un mortero o conana de granito, con su mano de piedra, al lado. Entusiasmado, por ese hallazgo de tanto valor continua excavando cuando la pala tropieza con un objeto que el maestro cree es de metal por el sonido que produce. El Bastón es también conocido como la "Piedra que Habla", la "Piedra Imán" o la "Piedra de la Sabiduría" y supuestamente posee maravillosos poderes, que lo convierten en una pieza tan deseada como el Santo Grial. El Bastón de 1,10 m de largo, es una pieza de color negra esculpida en basalto, de unos cuatro kilos de peso. Su pulido es característico del período neolítico por lo que se calcula que fue construido hace unos 8000 años aproximadamente por orden del gran Cacique Voltán o Multán de los indios Comechingones. En torno al Bastón se realizaron estudios con detectores electromagnéticos y espectrales que desmostraron que el propio Bastón generaba intensos campos electromagnéticos de origen desconocido.Según un poema de Escenbach, trovador alemán, el Caballero Parsifal acompañado de una expedición de caballeros templarios, cruzarían el Atlántico mucho antes de haberlo hecho Colón, transportando hasta Argentum (Argentina), una considerable colección de objetos sagrados. Entre ellos se dice que se encontraba el Santo Grial , el cual debería ser depositado junto con el Bastón de Mando, en el cerro sagrado de Viarava (Uritorco - Córdoba). Orfelio Ulises, era un iniciado hermético que vivió ocho años en el Tibet, donde recibió de mano de los lamas las indicaciones correspondientes para encontrar la mítica pieza que se encontraba en Argentina. La cual apareció junto a otras dos piezas, una piedra circular y una tercera que dejó allí enterrada.
Antes de su muerte Orfelio Ulises consideró que la persona más adecuada para custiodar esa pieza era Guillermo Alfredo Terrera, que tuvo en su poder el Bastón de Mando hasta el día de su muerte, que le llegó el 19 de noviembre de 1998. El Bastón sigue en manos de la familia Terrera, la cual no sabe que hacer con el, ni que uso darle. Por lo que han decido ponerlo a la venta por una cuantiosa cantidad. Y ahora solo debemos esperar que la nueva persona que adquiera dicho Bastón sea realmente digna de tenerlo en su poder.
Volviendo al Mito de Perceval, y suponiendo que sea el mismo personaje, ya que se le nombra
en diferentes culturas y diferentes "Leyendas", pues da a pensar que quiza fuera un personaje veridico.
En la literatura galesa su nombe es Peredur y es famoso principalmente por la busqueda del Santo Grial.
Hay muchas versiones del nacimineto de Perceval, siendo de Cuna Noble en la mayoria de las fuentes,
que cuentan que bien su padre fue el rey Pellimore o quiza otro noble Caballero.
En las leyendas donde su padre es Pellimore sus hermanos son, Sir Tor, Sir Aglovale, Sir Lamorak y Sir Domar.
A su madre no la suelen nombrar en algunas fuentes, mientras en otras juega un papel importante,
sin embargo la hermana, que a veces lleva el nombre de Dindrane, es la portadora del Grial.
Tras la muerte de su padre, la madre de Perceval le lleva a los bosques de Gales, donde le cría a espaldas de las tareas propias de los hombres hasta los 15 años. Sin embargo, finalmente un grupo de caballeros atraviesa el bosque y Perceval queda impactado por su heroica apariencia. Queriendo convertirse en caballero, el muchacho viaja hasta la corte del rey Arturo, donde tras probar su valía como guerrero es investido caballero e invitado a unirse a los Caballeros de la Tabla Redonda.Incluso en las historias más antiguas Perceval está relacionado con la búsqueda del Santo Grial. En Perceval, el Cuento del Grial de Chrétien de Troyes, se encuentra con el lisiado Rey Pescador y ve el Santo Grial, pero no logra hacer la pregunta que habría curado al herido monarca. Tras aprender de su errores hace voto de volver a encontrar el castillo del Grial y completar la búsqueda.En las versiones antiguas la amada de Perceval era Blancaflor y se convertia en rey de Carbonek tras curar al Rey Pescador, pero en versiones posteriores era un caballero virgen que moría antes del alcanzar el Grial. En la versión de Wolfram, el hijo de Perceval era Lohengrin.
Segun algunos investigadores, la "Leyenda" de Perceval proviene de la antigua Persia. En esa leyenda, como se describe en los Fargads del Vendidad (véase Avesta) y posteriormente, en verso, en el Shahnameh, Jamshid tenía una copa mágica de siete anillos llena del elixir de la inmortalidad. Se decía que la copa estaba en (las manos de) el Parsi-Var, o Var de los persas, dando así pie a la especulación de que el personaje de Perceval procedía de esta leyenda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario